The Luncheon

Monet representa su soleado jardín en su casa en Argenteuil, después de una comida. Hay una mesa abandonada por los invitados. La canasta de frutas, los trozos de pan, las copas de vino medio vacías, las tazas y la cafetera muestran que aquí ha tenido lugar un almuerzo. En el suelo, un niño, Jean Monnet, uno de los hijos del pintor, está ocupado jugando. A lo lejos, dos mujeres caminan.

Una atmósfera pacífica emana de la escena, la de una vida familiar pacífica. La principal preocupación de Monet es expresar el momento presente. Ciertos detalles así lo atestiguan, como el paraguas dejado en el banco o el sombrero colgado de la rama de un árbol.

Como pintor impresionista, Monet experimentó con la pincelada dividida, gracias a la cual trató de reproducir los efectos vibrantes de la luz. Ejecutó su pintura al aire libre para transcribir mejor todos los estados transitorios y fugaces de la naturaleza. Así, los colores pueden sorprender: el mantel blanco está hecho de una yuxtaposición de toques amarillos, blancos y rosados. Monet busca reproducir una visión coloreada. Da cuenta de su impresión y no de las cosas como son en realidad.