Marian Anderson

Los críticos de conciertos mencionaban repetidamente la elegancia de Marian Anderson, tanto al cantar como en su arreglo personal. La fotógrafa austríaca Lotte Meitner-Graf acentuó la altura, el porte y la modestia de Anderson. Incluso retocó áreas del largo vestido de suaves destellos para perfeccionar su apariencia y, por supuesto, la de Anderson.

A principio de los años treinta, Anderson ya se había establecido como una intérprete cotizada por toda Europa, pero el ascenso de los nazis comenzó a afectar sus contrataciones. El Festival de Salzburgo de 1935, en Austria, fue una de esas ocasiones. El festival había sido una de las metas de Anderson, dada la participación de los famosos directores de orquesta Bruno Walter y Arturo Toscanini. Sin embargo, no se le permitió actuar con carácter oficial. Pese a que el racismo era palpable en las reseñas, que incluían acotaciones como que “había tomado demasiado sol en África”, el concierto en sí fue bien recibido.

Centro Kislak para Colecciones Especiales, Libros Raros y Manuscritos, Bibliotecas de la Universidad de Pensilvania