El viejo guitarrista ciego
Pablo Picasso produjo El viejo guitarrista ciego, una de sus imágenes más inquietantes, mientras trabajaba en Barcelona.
En las pinturas de su Período azul (1901-194), de las que éste es un excelente ejemplo, Picasso se limitó a una paleta azul monocromática y fría; formas aplanadas; y los temas emocionales y psicológicos de la miseria y la alienación humana, que están relacionados con el movimiento simbolista y el trabajo de artistas como Edvard Munch.
Picasso presentó El viejo guitarrista ciego como una expresión atemporal del sufrimiento humano. El hombre encorvado y ciego sostiene su guitarra grande y redonda cerca de él; su cuerpo marrón es el único cambio de color de la pintura. La figura alargada y angulosa del músico ciego se relaciona con el interés del artista por la historia del arte español y, en particular, por el gran artista del siglo XVI El Greco.
Más personalmente, sin embargo, la imagen refleja la simpatía del luchador Picasso de veintidós años por la difícil situación de los oprimidos; sabía lo que era ser pobre, habiendo estado casi sin un centavo durante todo 1902.
Sus obras de esta época describen las miserias de los indigentes, los enfermos y los marginados de la sociedad.
Crédito: Helen Birch Bartlett Memorial Collection
Texto cortesía de Art Institute of Chicago
Traducido por Smartify