El dormitorio en Arlés

Al permanecer en Arlés desde 1888, el dormitorio de Van Gogh lo inspiró a crear tres cuadros. El Dormitorio de Arlés, conservado en el Musée d'Orsay, se realizó en 1889. Este lienzo, más pequeño que las otras dos versiones de su habitación, estaba destinado a su familia en Holanda.

En una carta a su hermano Theo, explica las razones de la realización de este tema. Viviendo en un hospital psiquiátrico en ese momento, Van Gogh buscaba tranquilidad y calma interior. Por eso, le dice a su hermano "La vista del cuadro debe descansar la cabeza o más bien la imaginación". Pero más allá de este afán de apaciguamiento, la habitación vacía con sus contraventanas cerradas transcribe la profunda soledad del artista, que no tiene éxito en su vida artística ni en su vida personal, con su hermano como único sostén. La deformación del mobiliario y el deslizamiento creado por la perspectiva inestable ilustran la angustia y la ansiedad del artista.

En su correspondencia con su hermano, evoca los colores de este cuadro: "las paredes lila pálido, el piso de un rojo roto y desteñido, las sillas y la cama de amarillo cromo, las almohadas y la sábana verde lima muy pálida, la manta rojo sangre, la mesa de baño naranja, la taza azul, la ventana verde ".

El color, como representación de una cama, revela su deseo de tranquilidad: "Quería expresar un descanso absoluto a través de todas estas tonalidades diferentes". En esta pintura, Van Gogh trabaja sobre colores complementarios y la interacción de tonos entre las diferentes áreas del lienzo.

El artista también juega con contrastes de textura y tacto para dar relieve a su obra. Los colores del lienzo, la sencillez de la composición y el reducido número de elementos también muestran la influencia del japonismo.